Al lector

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lunes, 29 de noviembre de 2010

Ensayo sobre don Quijote

Una alumna de 4to año secundario escribió este ensayo sobre el personaje de CERVANTES. Me parece que vale la pena.

La locura y cordura de Don Quijote, por Macarena Grana

Un hombre fanático de los libros de caballería decidió ingresar a ese mundo imaginario que su cabeza diseñó por tanta lectura. En los primeros capítulos, se observa cómo comenzó su vida de caballero. Desde escoger un nombre con el cual lo identificarían como tal, idear a su dama perfecta e inexistente a la vez -inventando características propias de ella y hasta un nombre propio de dama- , conseguir un caballo con el cual se dirigiría hacia diversos lugares con el fin de buscar aventuras y hacer, ante todo, justicia. Don Quijote utilizaba palabras extravagantes, prosas y citas de caballeros de alguna de las tantas novelas leídas por él. Quien se cruzaba por su camino, lo catalogaba como a un loco, alguien que había perdido completamente el juicio. No podían haber estado más equivocados. Don Quijote siempre supo lo que hacía. Un día despertó y se dio cuenta de que la realidad no lo satisfacía, que ese mundo de caballería era lo que siempre deseó vivir. Como propio seguidor de sus fantasías y sueños, se embarcó en ese mundo imaginario apartándose de la realidad. No sólo disfrutaba su vida de aventuras, sino que también gozaba viendo cómo los demás caían en el juego de su “locura”. Veía a las personas burlándose de él pero no le importaba, porque era consciente de que era el único que podía vivir como quisiese, mientras que a los demás les faltaban las agallas. Don Quijote hasta logró exasperar a muchas de las personas con las que se cruzaba, ya que tenía respuesta para todo. De alguna forma, lograba convencer a los demás -debido a los fundamentos que utilizaba- de que él tenía la razón. Siempre su ágil y suspicaz cerebro vencía a las otras mentes, una ironía, ya que era visto como un loco. Las personas jugaban con él siguiendo el hilo de su pensar, pero Don Quijote terminaba saliendo triunfador porque ellos no tenían idea de que él también jugaba con sus mentes. El mismo Sancho Panza, quien decidió adentrarse a las aventuras con un “loco”, terminó creyendo todo lo que Don Quijote decía. Lo siguió a todas partes como buen escudero dejando atrás a su familia y comodidades, tales como un techo, comida, abrigo. Quizás Sancho, por momentos, sentía esa necesitad de alejarse de la realidad y por esto decidió unirse a Don Quijote. Hubo instancias en las cuales Sancho discutía con Don Quijote cuál era la realidad, saliendo Don Quijote victorioso en esto. No sólo se divertía este personaje jugando con la realidad y la ficción, sino que también intentaba hacer justicia, algo propio de un caballero. Al fin y al cabo, era lo que pretendía ser: un caballero con todas las letras. Vivir una realidad diferente y no aceptar lo que vemos alrededor; eso buscaba: quería lograr ser diferente y, de algún modo, feliz, ya que vivía a su antojo.

viernes, 26 de noviembre de 2010

No te rindas, por Mario Benedetti

No te rindas, aún estás a tiempo
De alcanzar y comenzar de nuevo,
Aceptar tus sombras,
Enterrar tus miedos,
Liberar el lastre,
Retomar el vuelo.
No te rindas que la vida es eso,
Continuar el viaje,
Perseguir tus sueños,
Destrabar el tiempo,
Correr los escombros,
Y destapar el cielo.
No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se esconda,
Y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma
Aún hay vida en tus sueños.
Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo
Porque lo has querido y porque te quiero
Porque existe el vino y el amor, es cierto.
Porque no hay heridas que no cure el tiempo.
Abrir las puertas,
Quitar los cerrojos,
Abandonar las murallas que te protegieron,
Vivir la vida y aceptar el reto,
Recuperar la risa,
Ensayar un canto,
Bajar la guardia y extender las manos
Desplegar las alas
E intentar de nuevo,
Celebrar la vida y retomar los cielos.
No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se ponga y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma,
Aún hay vida en tus sueños
Porque cada día es un comienzo nuevo,
Porque esta es la hora y el mejor momento.
Porque no estás solo, porque yo te quiero.

viernes, 12 de noviembre de 2010

Mensaje, por George Carlin

La paradoja de nuestro tiempo es que tenemos edificios mas altos y temperamentos mas reducidos, carreteras mas anchas y puntos de vista mas estrechos. Gastamos mas pero tenemos menos, compramos mas pero disfrutamos menos. Tenemos casas mas grandes y familias mas chicas, mayores comodidades y menos tiempo. Tenemos mas grados académicos pero menos sentido común, mayor conocimiento pero menor capacidad de juicio, mas expertos pero mas problemas, mejor medicina pero menor bienestar.
Bebemos demasiado, fumamos demasiado, despilfarramos demasiado, reimos muy poco, manejamos muy rápido, nos enojamos demasiado, nos desvelamos demasiado, amanecemos cansados, leemos muy poco, vemos demasiado televisión y oramos muy rara vez.
Hemos multiplicado nuestras posesiones pero reducido nuestros valores. Hablamos demasiado, amamos demasiado poco y odiamos muy frecuentemente.
Hemos aprendido a ganarnos la vida, pero no a vivir. Añadimos años a nuestras vidas, no vida a nuestros años. Hemos logrado ir y volver de la luna, pero se nos dificulta cruzar la calle para conocer a un nuevo vecino. Conquistamos el espacio exterior, pero no el interior. Hemos hecho grandes cosas, pero no por ello mejores.
Hemos limpiado el aire, pero contaminamos nuestra alma . Conquistamos el átomo, pero no nuestros prejuicios. Escribimos mas pero aprendemos menos. Planeamos mas pero logramos menos. Hemos aprendido a apresurarnos, pero no a esperar. Producimos computadoras que pueden procesar mayor informacion y difundirla, pero nos comunicamos cada vez menos y menos.
Estos son tiempos de comidas rápidas y digestión lenta, de hombres de gran talla y cortedad de carácter, de enormes ganancias económicas y relaciones humanas superficiales. Hoy en día hay dos ingresos pero mas divorcios, casas mas lujosas pero hogares rotos. Son tiempos de viajes rápidos, pañales desechables, moral descartable, acostones de una noche, cuerpos obesos, y píldoras que hacen todo, desde alegrar y apaciguar, hasta matar. Son tiempos en que hay mucho en el escaparate y muy poco en la bodega. Tiempos en que la tecnología puede hacerte llegar esta carta, y en que tu puedes elegir compartir estas reflexiones o simplemente borrarlas.
Acuérdate de pasar algún tiempo con tus seres queridos porque ellos no estarán aqui siempre.
Acuérdate de ser amable con quien ahora te admira, porque esa personita crecerá muy pronto y se alejará de ti.
Acuérdate de abrazar a quien tienes cerca porque ese es el único tesoro que puedes dar con el corazón, sin que te cueste ni un centavo.
Acuérdate de decir te amo a tu pareja y a tus seres queridos, pero sobre todo dilo sinceramente. Un beso y un abrazo pueden reparar una herida cuando se dan con toda el alma.
Acuérdate de tomarte de la mano con tu ser querido y atesorar ese momento, porque un día esa persona ya no estará contigo.
Date tiempo para amar y para conversar, y comparte tus mas preciadas ideas.
Y siempre recuerda:
La vida no se mide por el número de veces que tomamos aliento, sino por los extraordinarios momentos que nos lo quitan.