Al lector

Aquí se encuentran textos propios y de amigos, textos que circulan en internet o en libros, textos hechos con palabras o con imágenes, textos... Todos elegidos arbitrariamente y que, espero, sean también de tu agrado.

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sábado, 25 de septiembre de 2010

Noam Chomsky: sobre las diversas formas de manipulación empleadas por los oligopolios mediáticos.

(Nota del blog: parece un poco largo, pero creanme que vale la pena. Gracias a Guillo por su valiosos aporte.)

1. La estrategia de la distracción:
El elemento primordial del control social es la estrategia de la distracción que consiste en desviar la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las elites políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones y de informaciones insignificantes. La estrategia de la distracción es igualmente indispensable para impedir al público interesarse por los conocimientos esenciales, en el área de la ciencia, la economía, la psicología, la neurobiología y la cibernética. ”Mantener la atención del público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por temas sin importancia real. Mantener al público ocupado, ocupado, ocupado, sin ningún tiempo para pensar; de vuelta a la granja como los otros animales (cita del texto Armas silenciosas para guerras tranquilas)”.

2. Crear problemas y después ofrecer soluciones:
Este método también es llamado “problema-reacción-solución”. Se crea un problema, una “situación” prevista para causar cierta reacción en el público, a fin de que éste sea el mandante de las medidas que se desea hacer aceptar. Por ejemplo: dejar que se desenvuelva o se intensifique la violencia urbana, u organizar atentados sangrientos, a fin de que el público sea el demandante de leyes de seguridad y políticas en perjuicio de la libertad. O también crear una crisis económica, para hacer aceptar como un mal necesario el retroceso de los derechos sociales y el desmantelamiento de los servicios públicos.

3. La estrategia de la gradualidad:
Para hacer que se acepte una medida inaceptable, basta aplicarla gradualmente, a cuentagotas, por años consecutivos. Es de esa manera que condiciones socioeconómicas radicalmente nuevas (neoliberalismo) fueron impuestas durante las décadas de 1980 y 1990: Estado mínimo, privatizaciones, precariedad, flexibilidad, desempleo en masa, salarios que ya no aseguran ingresos decentes, tantos cambios que hubieran provocado una revolución si hubiesen sido aplicadas de una sola vez.

4. La estrategia de diferir:
Otra manera de hacer aceptar una decisión impopular es la de presentarla como “dolorosa y necesaria”, obteniendo la aceptación pública, en el momento, para una aplicación futura. Es más fácil aceptar un sacrificio futuro que un sacrificio inmediato. Primero, porque el esfuerzo no es empleado inmediatamente. Luego, porque el público, la masa, tiene siempre la tendencia a esperar ingenuamente que “todo irá mejorar mañana” y que el sacrificio exigido podrá ser evitado. Esto da más tiempo al público para acostumbrarse a la idea del cambio y de aceptarla con resignación cuando llegue el momento.

5. Dirigirse al público como criaturas de poca edad:
La mayoría de la publicidad dirigida al gran público utiliza discurso, argumentos, personajes y entonación particularmente infantiles, muchas veces próximos a la debilidad, como si el espectador fuese una criatura de poca edad o un deficiente mental. Cuanto más se intente buscar engañar al espectador, más se tiende a adoptar un tono infantilizante. ¿Por qué? “Si uno se dirige a una persona como si ella tuviese la edad de 12 años o menos, entonces, en razón de la sugestionabilidad, ella tenderá, con cierta probabilidad, a una respuesta o reacción también desprovista de un sentido crítico como la de una persona de 12 años o menos de edad”.

6. Utilizar el aspecto emocional mucho más que la reflexión:
Hacer uso del aspecto emocional es una técnica clásica para causar un corto circuito en el análisis racional, y finalmente al sentido crítico de los individuos. Por otra parte, la utilización del registro emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para implantar o injertar ideas, deseos, miedos y temores, compulsiones, o inducir comportamientos.

7. Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad:
Hacer que el público sea incapaz de comprender las tecnologías y los métodos utilizados para su control y su esclavitud. “La calidad de la educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la más pobre y mediocre posible, de forma que la distancia de la ignorancia que planea entre las clases inferiores y las clases sociales superiores sea y permanezca imposibles de alcanzar para las clases inferiores (ver Armas silenciosas para guerras tranquilas)”.

8. Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad: promover al público a creer que es moda el hecho de ser estúpido, vulgar e inculto…

9. Reforzar la autoculpabilidad:
Hacer creer al individuo que es solamente él el culpable por su propia desgracia, por causa de la insuficiencia de su inteligencia, de sus capacidades, o de sus esfuerzos. Así, en lugar de rebelarse contra el sistema económico, el individuo se autodesvalida y se culpa, lo que genera un estado depresivo, uno de cuyos efectos es la inhibición de su acción. Y, sin acción, no hay revolución…

10. Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen:
En el transcurso de los últimos 50 años, los avances acelerados de la ciencia han generado una creciente brecha entre los conocimientos del público y aquellos poseídos y utilizados por las elites dominantes. Gracias a la biología, la neurobiología y la psicología aplicada, el “sistema” ha disfrutado de un conocimiento avanzado del ser humano, tanto de forma física como psicológicamente. El sistema ha conseguido conocer mejor al individuo común de lo que él se conoce a sí mismo. Esto significa que, en la mayoría de los casos, el sistema ejerce un control mayor y un gran poder sobre los individuos, mayor que el de los individuos sobre sí mismos.

Desde otro lugar, por Analía Ghío

(En homenaje a mi maternidad y a cada uno de mis hijos)

Estirarás las manos
y en las aguas revueltas de tu historia,
en medio del peor de tus naufragios,
encontrarás la madera de mi presencia silenciosa.

En la oscuridad de tus inseguridades,
y en la negrura de tus cobardías,
seré ese fósforo que desde el fondo del bolsillo,
te encenderá la mecha del " no te rindas todavía".

Cuando te envuelvan los vientos huracanados,
de una intransitable y asqueante desilusión,
seré la columna donde puedas amarrar,
el velero que te lleve a una renovada pasión.

Y partiré despacio, casi en retirada,
cuando disfrutes la gloria de un sueño muy querido.
Las madres no somos necesarias,
cuando despunta el alba de los proyectos conseguidos.

Nota del blog: Analía Ghio es una gran docente y autora de varios hermosos libros. Agradecemos su texto y su sincera amistad.

jueves, 16 de septiembre de 2010

Los ojos de los pobres, por Ch. Baudelaire

¡Ah!, querés saber por qué hoy te aborrezco. Más fácil te será comprenderlo, sin duda, que a mí explicártelo; porque sos, creo yo, el mejor ejemplo de impermeabilidad femenina que pueda encontrarse.
Juntos pasamos un largo día, que me pareció corto. Nos habíamos hecho la promesa de que todos los pensamientos serían comunes para los dos, y nuestras almas ya no serían en adelante más que una; ensueño que nada tiene de original, después de todo, a no ser que, soñándolo todos los hombres, nunca lo realizó ninguno.
Al anochecer, un poco fatigada, quisiste sentarte delante de un café nuevo que hacía esquina a un bulevar, nuevo, lleno todavía de cascotes y ostentando ya gloriosamente sus esplendores, sin concluir. Centelleaba el café. El gas mismo desplegaba todo el ardor de un estreno, e iluminaba con todas sus fuerzas los muros cegadores de blancura, los lienzos deslumbradores de los espejos, los oros de las medias cañas y de las cornisas, los pajes de mejillas infladas arrastrados por los perros en traílla, las damas risueñas con el halcón posado en el puño, las ninfas y las diosas que llevaban sobre la cabeza frutas, pasteles y caza; las Hebes y las Ganimedes ofreciendo a brazo tendido el anforilla de jarabe o el obelisco bicolor de los helados con copete: la historia entera de la mitología puesta al servicio de la gula.
Enfrente mismo de nosotros, en la vereda, estaba plantado un pobre hombre de unos cuarenta años, de faz cansada y barba canosa; llevaba de la mano a un niño, y con el otro brazo sostenía a una criatura débil para andar todavía. Hacía de niñera, y sacaba a sus hijos a tomar el aire del anochecer. Todos harapientos. Las tres caras tenían extraordinaria seriedad, y los seis ojos contemplaban fijamente el café nuevo, con una admiración igual, que los años matizaban de modo diverso.
Los ojos del padre decían: «¡Qué hermoso! ¡Qué hermoso! ¡Parece como si todo el oro del mísero mundo se hubiera colocado en esas paredes!» Los ojos del niño: «¡Qué hermoso!, ¡qué hermoso!; ¡pero es una casa donde sólo puede entrar la gente que no es como nosotros!» Los ojos del más chico estaban fascinados de sobra para expresar cosa distinta de un gozo estúpido y profundo.
Los cancioneros suelen decir que el placer vuelve al alma buena y ablanda los corazones. Por lo que a mí toca, la canción dijo bien aquella tarde. No sólo me había enternecido aquella familia de ojos, sino que me avergonzaba un tanto de nuestros vasos y de nuestras botellas, mayores que nuestra sed. Volvía yo los ojos hacia los tuyos, querido amor mío, para leer en ellos mi pensamiento; me sumergía en tus ojos tan bellos y tan extrañamente dulces, en tus ojos verdes, habitados por el capricho e inspirados por la Luna, cuando me dijiste: «¡Esa gente me está siendo insoportable con sus ojos tan abiertos como puertas cocheras! ¿Por qué no pedís al dueño del café que los haga alejarse?»
¡Tan difícil es entenderse, ángel querido, y tan incomunicable el pensamiento, aun entre seres que se aman!
Charles Baudelaire - (París, 1821-id., 1867)

lunes, 13 de septiembre de 2010

Curiosidades del arte 6, por PG

Retratos (auto)

Son muchos, en la historia de la pintura, los casos de pintores que retrataron su propia imagen. Vincent van Gogh, Rembrandt y muchos otros se utilizaron a sí mismos como modelos en numerosísimas oportunidades. Pero lo que nos interesa en este apartado son aquellas obras en donde el artista se retrató a sí mismo dentro de un conjunto mayor, es decir, se colocó como un personaje que forma parte de una serie de elementos dentro de su pintura. Y esto ha logrado, en varios casos, hacerlo pasar desapercibido ante la mirada de más de un despistado espectador.

Diego de Velázquez
El caso más mentado es quizás el de Diego de Velázquez da Silva (Sevilla 1599- Madrid 1660), a quien no pocos recuerdan como personaje de su ilustre cuadro Las Meninas. El pintor observa al espectador vestido sobriamente de negro, cruz de Santiago al pecho, paleta y pincel en mano, a la izquierda del famoso óleo. No es el personaje central del lienzo, pero su figura no pasa desapercibida. Este óleo es de 1656 y, lo curioso, es que Las Meninas no es su verdadero título, el cual lo ha hecho notablemente famoso. El nombre original sería La familia de Felipe IV (así aparece en los inventarios de 1734) y pasará a conocerse con su nombre actual en 1843, cuando ya se encontraba en el Museo del Prado, donde aún puede visitarse.
Algún lector todavía puede preguntarse qué es una menina. El lienzo de Velázquez ilustra a la infanta Margarita, hija del rey español Felipe IV y Mariana de Austria, junto a sus damitas de compañía, o sea sus meninas. Además de estas jovencitas (doña María Agustina Sarmiento y doña Isabel de Velasco) están presentes en esa sala (real) del Alcázar de Madrid el propio Velázquez –como ya se dijo-, unos enanos, un perro y otras tres personas de la corte. Otra curiosidad es que los reyes están presentes en la imagen. Para verlos, el espectador tendrá que observar detenidamente el espejo que cuelga sobre la pared del fondo de la sala, en donde se adivinan las siluetas de sus majestades. De esta manera, Velazquez logró introducir a su pintura lo que naturalmente estaría fuera del campo de visión.
Queda tiempo para algunas curiosidades más. Hemos dicho que el pintor luce en su pecho la cruz roja de la orden de Santiago. Velázquez fuen nombrado caballero de esta orden en 1659, el año anterior a su muerte. Por lo tanto no fue él quien pintó esta insignia en su pecho sino que la misma fue colocada allí, tras su muerte, por orden del rey.
Diego Velázquez nos dejó la tarde del 6 de agostode 1660. Su amada esposa Juana lo siguió tan solo ocho días después. Los restos de ambos fueron depositados en la iglesia madrileña de San Juan Bautista. La misma sería arrasada durante la Guera de la Independencia tras lo cual nadie se preocuparía por recuperar los restos del pintor. Hoy en día, en el solar de dicha iglesia, se encuentra la plaza de Ramales. Una columna allí erigida en 1961 conmemora la última morada del glorioso Diego Velazquez.

Curiosidades del arte 5, por PG

William Shakespeare
¿Ser o no ser Willy?

Cuando se menciona a este célebre dramaturgo inglés nacido en 1564 en Stratford-upon-Avon (condado de Warwick, Inglaterra) se habla de él casi como un sinónimo de literatura inglesa. Y se recuerda, tarde o temprano, una de las frases más célebres de la dramaturgia (y la literatura toda), surgida hace varios siglos de la boca de uno de sus personajes: “ser o no ser, esa es la cuestión”. Traducciones posibles aparte, la cita de Hamlet (1598-1601) se la ha representado infinitas veces acompañada de una impostación especial del tono de voz, una postura corporal entre histriónica y ceremonial y el gesto –o la acción misma- de sostener en una mano una calavera. Y surge aquí la curiosidad. Porque sucede, como en otras ocasiones, que el personaje supera en fama a la obra y al autor mismo, y hablan de él aun quienes nunca entraron en contacto con la pieza teatral.
Quienes sí hayan leído o visto representada la pieza de Shakespeare sabrán que, durante el monólogo del “to be or not o be”, Hamlet no tiene en su mano calavera alguna. El príncipe de Dinamarca, quien se ve en la dura diyuntiva de asesinar o no a su madre y a su tío el rey, pronuncia dos extensos y profundos monólogos (y alguno más) a lo largo del drama shakesperiano. El primero de estos (acto III, escena IV) desarrolla el tema del “ser o no ser” el propio Hamlet quien deba vengar la muerte de su padre; el segundo, es el que habla acerca de lo efímero de la vida, del paso del tiempo, y este sí lo realiza Hamlet con la calavera de Yorick, antiguo bufón real, en su mano. Durante las primeras dos escenas del quinto acto, Hamlet y su amigo Horacio se encuentran en el cementerio con un sepulturero y mantienen un ingenioso diálogo humorístico (sí, lector, el drama shakesperiano contiene humor). Quien cava las fosas informa a Hamlet y a su amigo que el cráneo que pueden ver allí, junto a ellos, es el del otrora bufón, antiguo compañero de juegos del por entonces jovencísimo príncipe Hamlet. Es por esto que el protagonista toma la calavera en sus manos y, mientras recuerda las humoradas del viejo compañero en la corte, reflexiona sobre el pasado que se fue (tempus fugit, decían ya los romanos) y no volverá.
Lo del “ser o no ser”, es otra cuestión…

¿Cumpleaños feliz?

El nacimiento de William Shakespeare, como se menciona arriba, fue en el año 1564, aunque el día exacto es incierto. Sin embargo, se registra su bautismo el día 26 de abril de ese año en la iglesia de la Santísima Trinidad. No hay demasiada curiosidad en ello: la historia del arte está plagada de casos como este ya que lo registros civiles no estaban tan organizados como los actuales.
No sucede lo mismo con respecto a la fecha del fallecimiento del afamado dramaturgo y poeta inglés. El mismo falleció el día 23 de abril de 1616. Algunos autores sostienen que murió el día de su cumpleaños. Otros de los que hacen mención a esta fecha no pueden dejar de apuntar el dato curioso: el también dramaturgo, poeta y genial narrador español, Miguel de Cervantes Saavedra también murió un 23 de abril de 1616.
Pero la curiosidad no termina aquí.
¿Qué pensaría el lector si afirmamos que ambos escritores murieron el 23 de abril de 1616, pero no lo hicieron el mismo día?
El truco está en el almanaque: España e Inglaterra poseían calendarios diferentes por aquel entonces, ya que en la tierra natal de William no se había puesto en práctica la reforma gregoriana. Shakespeare murió en realidad diez días después que Cervantes (el 3 de mayo del actual calendario).

jueves, 9 de septiembre de 2010

Pensamiento del Dr. Adrian Rogers (1931)

Todo lo que una persona recibe sin haber trabajado para obtenerlo, otra persona deberá haber trabajado para ello, pero sin recibirlo..
El gobierno no puede entregar nada a alguien, si antes no se lo ha quitado a alguna otra persona.
Cuando la mitad de las personas llegan a la conclusión de que ellas no tienen que trabajar porque la otra mitad está obligada a hacerse cargo de ellas, y cuando esta otra mitad se convence de que no vale la pena trabajar porque alguien les quitará lo que han logrado con su esfuerzo, eso... mi querido amigo...

...es el fin de cualquier Nación.
“No se puede multiplicar la riqueza dividiéndola”.

Día del Docente

‎"Si hacés planes para un año, sembrá arroz. Si hacés planes para dos lustros, plantá árboles. Si hacés planes para toda la vida, educá una persona."
Felicidades a todos los que enfrentan la tarea de educar, sus molinos de viento, sus utopías y sus esporádicos placeres.
Pablo